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La historia de los cantantes castrados, también conocidos como falsetistas, está rodeada por un halo de misterio y encanto.
No se sabe con certeza cuando la práctica de la castración hacia los niños ha comenzado a preservar sus voces agudas.
Sin embargo, se ha pensado que los castrati han jugado un papel importante desde la antigüedad, tanto como cortesanos como cantantes.
A lo largo de los siglos, el uso de castros en el mundo de la música se generalizó cada vez más. La práctica de la castración era costosa, por lo tanto, a menudo los niños sometidos a esta mutilación provenían de familias pobres.
En muchos casos, los padres vendieron a sus hijos a maestros o instituciones musicales, con la esperanza de que su voz pero sobre todo su canción prometedora pudiera garantizarles una vida mejor.
La vida de un castrado
La vida de los artistas castrados no fue fácil. Tuvieron que seguir un riguroso programa de estudio y disciplina dentro de los consarcadores.
Los estudiantes debían seguir las disposiciones de sus maestros a la carta, y en caso de desobediencia podrían terminar en prisión.
Sin embargo, los castros disfrutaron de algunas ventajas en comparación con los otros estudiantes: fueron alimentados de una mejor manera y su salud fue monitoreada cuidadosamente.
También dormían en habitaciones más cálidas para evitar enfermarse y comprometer su voz.
El método de estudio
El método de estudio de los castros fue extremadamente exigente. Todos los días dedicaban horas a la mejora de la técnica, el aprendizaje de la literatura y el ejercicio frente a un espejo para mejorar los gestos y la expresividad durante las actuaciones.
Además, estudiaron la teoría musical y la improvisación, también utilizando una pizarra especial llamada " carpeta " para escribir los ejercicios.
A pesar de las dificultades y sacrificios, los castros alcanzaron una extraordinaria perfección artística. Gracias a la enseñanza de los grandes maestros de la época, como Pistocchi , Bernacchi y Porpora , lograron desarrollar una técnica vocal y una capacidad interpretativa única.
Día de estudio típico de un castrado (Caffarelli)
Mañana
- 1 hora de pasajes de canto que son difíciles de ejecutar
- 1 hora de literatura
- 1 hora de ejercicios de canto frente a un espejo para aprender la forma de moverse, manejar y evitar malas muecas mientras canta ...
Tarde
- 1/2 hora de ejercicios teóricos
- 1/2 horas de contrapunto en una canción firme (ejercicios de improvisación)
- 1 hora de contrapunto con la carpeta (una especie de pizarra donde se escribieron los ejercicios)
El resto del día lo pasó jugando el clavecín y componiendo salmos y motetes.
Sin embargo, el destino de los castros fue marcado. Con los años, sus voces perdieron gradualmente su encanto y la práctica de la castración afortunadamente desuso.
En conclusión, la historia de los cantantes castrados es un capítulo fascinante y controvertido de la historia de la música. A pesar de sus difíciles vidas y las mutilaciones sufridas, los castros han dejado una herencia musical extraordinaria que aún fascina y encantan a los fanáticos de la música en todo el mundo.
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